El sendero del borracho

Y tan borracho... mareadita he acabado con este bloque, tanta curva, tanto piquete, tanta unión. No me creía capaz de acabarlo, pero lo he conseguido. Podría haber salido mejor, pero por lo menos todo ha casado (más o menos).

Y por primera vez os mostraré el revés del bloque (no os acostumbréis). No estoy muy convencida de que algunas de las costuras estén para el lado que tienen que estar, pero es que no podía ponerlas de otro.

Y aquí los once bloques que ya he hecho. Tendríais que verme para hacer la foto. Con mi metro sesenta escasito ya no puedo alejar lo suficiente la cámara y me tengo que subir en una silla para que me quepan todos. Por cierto, me estoy dando cuenta de que tengo que pasarlos por la plancha de nuevo. Son tantos que el guardabloques ya no puede con ellos.

Y el domingo, después de terminar este bloque me puse a hacer esta guardatijeras triple.

Ya tengo las tres tijeras que llevo a clase de patchwork (las de tela, papel y costura) guardaditas todas juntas.

Besos y hasta el próximo (y último) bloque.

Plato Dresden y Log Cabin Piña

Estos dos bloques estaban en mi lista de fijos y quería hacerlos sí o sí. Aquí están por fin. En primer lugar el plato Dresden. Creí que las curvas iban a ser más complicadas, pero no ha sido tan difícil. Para hacerlo he usado el método inglés y luego lo he aplicado con puntada escondida. 

Y el log cabin piña. En un principio iba a hacerlo en tonos verdes, pero esta tela roja me gusta tanto que no pude evitarlo. El bloque ha dado mucho trabajo, pero el resultado es espectacular.

Y aquí mis diez bloques todos juntos. Ya sólo me faltan dos para ponerme a montar mi sampler.

Cajón de imprenta. Entrega 12

Sí, ya sé que me había comprometido a publicar avances del cajón de imprenta cada quince días, pero los dos últimos meses han sido un poco caóticos. Entre los cursos, ferias y mis recién comenzadas clases de patch, he dejado el cajón un poquito de lado. No he dejado de bordar, pero sí que he pospuesto el montaje de muchas casillas. Hace un par de días saqué todos los bártulos y me puse a ello. Como váis a comprobar fue una tarde muy productiva. Primero os mostraré los bordados y luego los charms y botones.

En primer lugar y en una de las casillas más grandes, este freebie de Luli, una zíngara preciosa y muy fina. Como quedaba un poco solitaria, la adorné con un botón Tilda en forma de corazón.

Los siguientes bordados ya rellenan casillas pequeñas. En primer lugar, un angelote expectante:

El globo terráqueo:

Una paloma con la ramita de olivo en el pico:

La música tenía que estar presente de alguna forma en el cajón, así que bordé esta diminuta clave de sol.

Una gallinita, pitas, pitas, pitas:

Estas flores-corazones están ya en muchos de vuestros cajones. Yo he hecho una versión más pequeña, ya que no me gusta que los bordados queden demasiado justos en las casillas y he quitado alguna de ellas.

Un minino diminuto:

Y ahora los charms. En primer lugar un olivo que también he visto en muchos de vuestros cajones.

Esta angelita me la mandó María, de Las Tildas de Arime. 

El zapato de bebé, el buhito y el quinqué los recibí de Raquel, de Los Telares de Raquel.

Un botoncito de madera en forma de carita de muñeca que compré en Cañamazo:

Y un charm que me regalaron mis hijas por mi cumpleaños, cuando todavía estaba empezado esta aventura.

Con todo esto que os acabo de enseñar ya sólo me faltan ¡¡¡tres casillas!!! por rellenar. Sólo una de ellas va bordada y ya estoy en ello. Las fotos no son nada buenas y no se aprecia lo bonito que está quedando. Otra cosa que tengo que hacer: aprender a hacer buenas fotos.

Aquí tenéis un par de fotos del cajón a día de hoy.

La próxima entrega será ya la última. Estoy deseando verlo terminado y colgado en la pared de mi salón.

Si habéis llegado hasta aquí, muchas gracias, y también por vuestros comentarios. Me encanta leerlos.

Ya tengo guardabloques

Ya sabéis que hace un par de meses empecé a ir a clases de patchwork. Al principio guardaba los bloques que iba haciendo en cualquier sitio, pero llegó un momento en que ya eran demasiados y decidí hacerme un "block-roll" o guardabloques, para que no se me arruguen y poder transportarlos fácilmente.

Lo primero que hice fue buscar un tutorial en internet y me encontré con dos que me resultaron muy útiles: el de Labores a mi Manera y el de El Taller de Isi. Los materiales utilizados han sido un charm pack de la colección Giddy de Moda que me trajeron los Reyes Magos el año pasado, una tela turquesa para el interior, guata adhesiva y unos botones holandeses que compré en Suiza hace unos meses. Podéis encontrarlos en esta web.

Este trabajo me ha servido para hacerme un poquito con mi máquina de coser, ya que tanto las uniones de las diferentes telas como el bies las he hecho a máquina. El acolchado a mano y por las diagonales, muy sencillo. Las esquinas son francamente mejorables, pero no han quedado mal del todo.

Una vista del exterior del guardabloques:

El interior:

Detalle del yo-yo y el botón:

Y aquí están ya todos los bloques que hecho hasta el momento en el guardabloques:

¡Voilá! Listos para ser transportados.

Espero que os haya gustado.

Casa de pájaros

Hace unos días terminé el octavo bloque de mi sampler. Lo siguiente que quería hacer era un plato Dresden o la piña, pero mi profesora de patch olvidó los esquemas y elegí éste bloque que me encantó nada más verlo. Muy trabajoso por la cantidad de trocitos de tela que lleva, pero por lo demás sin mucha complicación. Ahora que lo veo, me estoy dando cuenta de que necesita un poquito de plancha.

Y fiel a mi costumbre, os enseño una foto de todos los bloques juntos. Así me hago una idea de que cómo van de equilibradas las distintas telas.

Y otra cosa que os quería enseñar es esta práctica minitabla que me he hecho para la plancha. Era un rollo estar sacando la tabla cada vez que me ponía con los bloques, así que el fin de semana pasado me encontré una tabla de contrachapado que tenía guardada de hace años (es lo que tiene guardarlo todo), la forré con guata y con tela y por debajo le pegué un aeronfix adhesivo de terciopelo. Ahora ya no tengo que estar sacando y guardando la tabla de la plancha cada vez que me pongo a coser.

En breve os enseño otra cosa que tengo entre manos. Y a ver si en estos días consigo darle un empujón al cajón de imprenta.