jueves, 17 de septiembre de 2015

Prométeme

Prométeme que siempre recordarás 
que eres más valiente de lo que crees, 
más fuerte de lo que pareces y 
más inteligente de lo que piensas

La frase me encantó en cuanto la leí. Si a eso unimos que me gustan muchísimo los diseños de Lizzie Kate, no podía dejar pasar la ocasión, así que bordé este esquema en cuanto pude.


El acabado también lo tenía claro. Restos de telas, muchos restos de telas muy coloridas, cortados a 1,5 pulgadas y cosidos entre sí hasta alcanzar el tamaño de una almohada de cuna, la almohada de cuna de mis hijas, que todavía andaba dando vueltas por casa después de 12 años que tiene la pequeña.

Y aquí está la almohada, ya terminada y muy bien rodeada en el que va a ser su sitio, la cama de Carlota, mi hija pequeña.



miércoles, 16 de septiembre de 2015

Hoy todo será coser y cantar

Poco antes del verano, Marian (Zulú&Co) nos retó en Facebook a crear una pieza única y darle el acabado que nosotras quisiéramos. Eso sí, todas teníamos que partir de una lista básica de ingredientes y utilizar en nuestro proyecto al menos cuatro de esos elementos, que eran: una palabra, un animal, un botón, un corazón, una flor y una cosa.

Como siempre, tenía mil frentes abiertos pero... ¿qué más da uno más? Así que me apunté. Tenía claro el acabado, pero no el diseño. Como el dibujo no es mi fuerte recurrí al Sr. Google y encontré una preciosa casita para aplicar. Busqué entre mis botones y encontré una bicicleta muy dulce. Miré en los diseños que Marian ponía a nuestra disposición y vi una de sus inconfundibles ovejitas... y la frase la tenía clara: "Hoy toda será coser y cantar". Luego ya todo fue cuestión de ordenar los elementos, incluir algún otro (un camino serpenteante, un árbol en el que apoyar la bici), sacar aguja, hilo y telas... et voilà! 


Os he dicho que el acabado lo tenía claro. Sí, quería hacer un estuche bien grande para guardar todos mis archiperres de aplicación. Y diseñé el interior de tal manera que cada cosa tuviera su sitio.

A la izquierda un guardaagujas, un compartimento para las tijeras, el sitio para la regla y la pinza y un bolsillo para guardar las piezas en las que esté trabajando en cada momento. A la derecha, los alfileres, un portaminas, el pegamento, los apliquick y el papel de aplicación.

Aquí tenéis un pequeño detalle.

Y para la trasera he recurrido a un clásico, los hexágonos. Dan mucho trabajo, pero me encanta como quedan y vuelvo a ellos una y otra vez.


Es muy grande (algo más que un folio), así que para darle consistencia dentro le puse una carpeta vieja y como cierre dos cremalleras (no encontré una lo suficientemente grande).

Y ahora, cuando tengo que hacer alguna aplicación, lo tengo todo a mano.

martes, 15 de septiembre de 2015

Emma

Una amiga me encargó hace unas semanas un cuadro para el cuarto de una peque, Emma. En este caso me lo pidieron en tonos rosas. Espero que les guste.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Una boquilla, dos bolsos

Llegó septiembre y con él el nuevo curso y la vuelta a la rutina (¡bendita rutina!). Y me he prometido recuperar cierta normalidad en lo que al blog se refiere, que últimamente lo tengo de lo más abandonadito. La inmediatez y rapidez de Facebook e Instagram hacen que pase menos por aquí, pero eso no quiere decir que no cosa, no, algo así sería impensable. Así que en los próximos días os iré enseñando las cosas que he ido haciendo en los últimos meses.

Las pasadas navidades me regalaron el último libro de Francesca Ogliari, De vuelta a casa. En cuanto lo abrí supe que tenía que hacer el bolso Etoile. Tenía la boquilla guardada desde hacía un par de años, de un Creativa, y me puse manos a la obra. El plisado dio su lata, pero al final lo conseguí. Aquí lo tenéis.

Bonito, ¿verdad? La boquilla no va cosida, sino que se ajusta con unas pequeñas tuercas así que luego pensé... ¿y si hago uno sin plisar? Y siguiendo las mismas instrucciones y en una tarde esto es lo que salió.

Francamente, no sé cuál me gusta más, así que según la ocasión uso uno u otro. No tengo más que cambiar la boquilla.

¡Ah! Y me encanta el detalle del angelito, un charm que tenía guardado de la época en que hice el cajón de imprenta.

En unos días, más trabajos.